La Madre Teresa ha sido modelo de amor y entrega a los demás, sin importar su sexo, raza o religión.
Dicen que en Calcuta, católicos, hindúes, musulmanes y sijs la quieren por igual, porque su vida en pos de los más necesitados estuvo por encima de la religión y fue un ejemplo a seguir para cualquier ser humano.
Siguió como pocos el mensaje de Cristo, se negó a si misma y fue por el mundo acompañando a los más pobres y marginados, dándoles dignidad y ayudándolos a cargar sus cruces. Su forma de actuar es semilla de paz y convivencia entre todos los seres humanos.
La canonización no la hace santa, ya lo era, este hecho es sólo el reconocimiento por parte de la Iglesia de dicha santidad. Para muchos no será «Santa Teresa», seguirá siendo la «Madre», palabra que refleja mejor y más fielmente su forma de darse a los demás.
¡Esperemos que su canonización ayude a que se esparza por el mundo su fe, forma de vida y capacidad de servicio y amor al prójimo sin distinciones!
Totalmente de acuerdo, un abrazo! Sandra.
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