Cuando era niña, en el colegio nos inculcaban que «La familia es la base fundamental de la sociedad». La familia comienza con dos personas que se aman y deciden hacer el esfuerzo de mantener ese amor para toda la vida, vivir juntos, respetarse, ayudarse, buscar la felicidad del otro y construir un hogar sólido donde nazcan, crezcan y se eduquen los hijos.
EL MATRIMONIO
(Libro El Profeta, de Khalil Gibran)
» Nacisteis juntos y juntos permaneceréis para siempre.Aunque las blancas alas de la muerte dispersen vuestros días.
Juntos estaréis en la memoria silenciosa de Dios.
Mas dejad que en vuestra unión crezcan los espacios.
Y dejad que los vientos del cielo dancen entre vosotros.
Amaos uno a otro, mas no hagáis del amor una prisión.
Mejor es que sea un mar que se mueve entre las orillas de vuestra alma.
Llenaos mutuamente las copas, pero no bebáis sólo en una.
Compartid vuestro pan, mas no comáis de la misma hogaza.
Cantad y bailad juntos, alegraos, pero que cada uno de vosotros conserve la soledad para retirarse a ella a veces.
Hasta las cuerdas de un laúd están separadas, aunque vibren con la misma música.
Ofreced vuestro corazón, pero no para que se adueñen de él.
Porque sólo la mano de la Vida puede contener vuestros corazones.
Y permaneced juntos, más no demasiado juntos:
Porque los pilares sostienen el templo, pero están separados.
Y ni el roble ni el ciprés crecen el uno a la sombra del otro. »
La unión de dos personas, para que perdure, debe ser por amor, pero del verdadero, del que tan sabiamente nos habla San Pablo en la Carta a los Corintios que habitualmente se lee en las bodas.
LOS HIJOS
Para educar hijos felices, seguros de sí mismos y que la convivencia, tanto familiar como social sea grata y exitosa, son necesarias:
REGLAS CLARAS Y PRECISAS
En la educación de nuestros hijos a veces no sabemos cómo implantar las reglas del juego que permitan una convivencia sana. He aquí algunas sugerencias:
Todo niño prefiere saber con precisión qué se espera de él. Los padres tienen la responsabilidad de proporcionarle referencias claras. ¿Por qué ha de haber reglas?. Porque vivimos juntos, en sociedad. ¿Por qué ha de haber reglas para el niño?. Porque, aparte de habituarle a vivir en sociedad, el hecho de facilitarle un marco favorece en él un sentimiento de seguridad. Eso simplifica su mundo. El niño que no siente ciertos límites vive sumido en la confusión.
Si una regla es clara y precisa, es comprensible. Si hay pocas reglas, resulta fácil cumplirlas. Pero si se multiplican y son confusas, existe el riesgo de que el niño no las asuma.
Antes de los tres años, las reglas se imponen generalmente por sí mismas, a través de la rutina. A la larga, sin embargo, estas reglas deberán ser modificadas. Por ejemplo, todo niño debe descansar la siesta; cuando crezca, podrá dejar de hacerlo poco a poco. Por tanto, conviene saber que las reglas están ahí temporalmente. El día que el niño sea un adolescente, pondrá varias de ellas en tela de juicio. ¡Pero esto no ocurre de repente!.
También hay que tener muy claro que las reglas no son sólo para los niños. Los hijos necesitan tiempo. El amor y los buenas costumbres se demuestran y se enseñan con el ejemplo y la dedicación de los padres. Eso significa renunciar a algunas cosas, pero también vivir otras que realmente valen la pena.
El poema que aparece a continuación, refleja de forma muy hermosa lo que se siente al tener hijos.
Has publicado un artículo muy interesante, sobre todo, teniendo bien presente como están marchando los asuntos matrimoniales en nuestros días. Entiendo que se incrementa a pasos agigantados esa falta de entendimiento y comprensión.
Un saludo cordial
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Para mí el matrimonio se debe concebir como una relación a largo plazo y como tal es normal que tenga sus altos y sus bajos, pero creo que realmente vale la pena el esforzarse en construir un matrimonio y una familia feliz.
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Desde luego tengo que admitir, que tu comentario no tiene desperdicio alguno. Son muchas las personas que piensan de ese modo, pero que no llegan a ver cumplidos sus sueños o deseos por causas diversas atribuibles directamente a los propios integrantes de la familia
Un saludo
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Tienes razón, vivir no es fácil y no todos tenemos la suerte de encontrar personas de principios similares que quieran luchar por mantener la familia. Lo único que podemos hacer cuando tenemos familiares y amigos en esa situación es rezar por ellos y acompañarlos.
Un saludo.
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Esa es una buena razón, y no menor preocupación. Todos deberíamos actuar con mayor entendimiento y comprensión.
Un abrazo cordial
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Me ha gustado esta entrada, mi marido y yo hace treinta años que damos cursos prematrimoniales y al finalizar les regamos un díptico hecho por los tres matrimonios que formamos la pastoral, con frases sobre las charlas dada, el himno al amor, el matrimonio de Khalil Gibrán, una oración y aunque no es el fin del curso como educar y atender a los hijos.
Ante la pluralidad de matrimonios existentes es bueno, hoy más que nunca, educar en valores.
Un saludo cordial
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Hace poco, en una reunión de matrimonios que trabajamos en pastoral, uno de los maridos dijo que debería crearse algo así como una “adopción de familias” que consistiera en que matrimonios con una familia estable y feliz “adoptaran” a familias con dificultades de convivencia para apoyarlas y ayudarlas transmitiéndoles esas “herramientas” que los que llevamos muchos años juntos conocemos y sabemos que funcionan: fe, amor, orden, disciplina, sacrificio, dedicación, comunicación, respeto, sentido del humor,….
Tienes razón, ante la pluralidad de matrimonios que existe actualmente, para intentar atajar el problema creciente de familias desestructuradas, es fundamental la educación en valores.
Un abrazo.
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Qué bonito y profundo el concepto del verdadero amor del que hablas. Muchas veces, parece que se frivoliza con su significado real.
Un saludo
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El problema es que el que frivoliza y no se lo toma en serio y con responsabilidad nunca lo llega a disfrutar de verdad.
Un abrazo.
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